El árbol del viento
El sector de la energía eólica en Francia ha ganado gradualmente importancia. De hecho, en Francia el 1.6% de la producción total de electricidad se realizó gracias a la energía eólica en 2010. En 2015, Francia se colocó en el 4o lugar europeo en la producción de electricidad eólica: el 3,9% de la producción eléctrica total francesa.
En primer lugar, se llama energía eólica, la conversión de la fuerza de los vientos en energía mecánica, eléctrica o cinética.
Es una energía renovable porque su fuente es inagotable pero intermitente, el viento no siempre sopla. La energía eólica se conoce desde la antigüedad, pero los medios de cosecha evolucionan constantemente. Aquí nos centraremos en un nuevo medio de producción, el árbol de viento.
El árbol de viento es un sistema eólico en forma de un árbol compuesto por una media de 60 aeroleafs que son mini turbinas eólicas que toman la forma de hojas y que contienen cada una su propio generador.
La empresa francesa NewWind creada en 2011 por Jérôme Michaud-Larivière está en el origen de esta invención. Se probaron varios prototipos entre 2013 y 2015 hasta la comercialización del árbol de viento final en 2016.
El árbol de viento es, por tanto, la primera turbina eólica biomimética, que combina la naturaleza y el medio de producción eléctrica, a escala humana y que reconcilia al consumidor y su medio de producción eléctrica.
El funcionamiento del árbol de viento es sencillo. La energía eólica, en forma mecánica, pasa a los aeroleafs y luego a un convertidor alternador. A la salida de este convertidor, la energía está en forma eléctrica. Por lo tanto, puede integrarse en la red eléctrica local.
En concreto, el Aeroleaf es capaz de captar los más pequeños soplos de aire para producir electricidad. Cada Aeroleaf tiene un generador síncrono de imanes permanentes. Estos generadores consisten en un estator, un bobinado de cobre y un rotor, 2 placas que llevan los imanes. Impulsados en rotación por la pala, sin correa ni engranaje, los imanes pasan por delante de las bobinas y generan un campo magnético. Aparece una tensión en las bobinas, creando una corriente alterna. Este se endereza inmediatamente de forma continua. La energía producida está lista para ser conectada a la red. La presencia de una tarjeta electrónica desarrollada por NewWind optimiza la generación de corriente en función de la velocidad del viento.
La energía producida puede utilizarse en edificios inteligentes, o para alimentar iluminación inteligente, servicios urbanos conectados, focos wifi o para garantizar la movilidad eléctrica.
El árbol de viento debe alcanzar varios objetivos. Primero debe explotar todo tipo de vientos. Para ello, NewWind no utiliza turbinas eólicas triples, que no pueden captar los remolinos llamados turbulencias, sino turbinas eólicas de tipo savonius, tipo de turbina eólica de eje vertical.
Este sistema también debe bajar su umbral de arranque a 2m/s en lugar de 3 a 4 m/s normalmente. Por lo tanto, las turbinas son ligeras y hay la presencia de imanes en las turbinas, estos generan un campo magnético variable que se convertirá en corriente.
Es una turbina eólica capaz de explotar todo tipo de vientos, ya sean laminares, vientos constantes en dirección y fuerza, o turbulentos.
Además, la instalación debe ser sencilla. Por lo tanto, el inventor creó hojas para recortar. El número varía según el rendimiento deseado.
Finalmente, el árbol debe mezclarse con su entorno; por lo tanto, debe ser estético y silencioso.
El árbol de viento tiene muchas ventajas. Su diseño de inspiración biomimética permite la integración en todo tipo de paisajes y es infinitamente modificable. De hecho, surgen otras formas de posicionamiento de aeroleafs como: el arbusto, la liana, la flor o la rama.
Diferentes diseños de aeroleafs previstos
La potencia extraída por cada hoja se favorece por un umbral de arranque extremadamente bajo y el árbol de viento funciona 100 días más al año que una turbina eólica convencional.
Sin embargo, el árbol de viento tiene algunas desventajas. Estos árboles cosechan mucha menos energía que las grandes turbinas eólicas convencionales, su producción de energía es variable, como otros tipos de turbinas eólicas, repelen a las aves y el costo hace que el árbol de viento aún no sea poco accesible para los particulares
La duración de la instalación es de entre 2 y 4 días. Un árbol de viento cuesta unos 49 500 euros, excluyendo la entrega e instalación.
Por el momento solo existe una forma de árbol de viento, pero la empresa NewWind quiere crear otros modelos. Se están desarrollando proyectos y otros ya han surgido, como la presencia de un prototipo de árbol de viento en la ciudad de las telecomunicaciones en abril de 2014 que contribuyó al suministro eléctrico del Radôme. O bien, la presencia de árboles de viento en la COP 21 en París en 2015 que sirvieron para alimentar la iluminación.
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